El otoño
es la mejor estación si
uno está enamorado y
es bien correspondido,
para tomarse de la mano
por calles húmedas
de hojas caídas y árboles
que muestran
temblorosos
sus costillas desnudas.
En cambio
si uno sólo
está enamorado
el otoño es la mejor estación
para recargarse en el hombro
de una lámpara taciturna
recién iluminada
Y fumar.