domingo, 25 de abril de 2010

El viaje


Nací una mañana de diciembre, no sé si fue un día con niebla pero me gusta imaginar que sí. Nací en casa de mis abuelos maternos con la ayuda de mi bisabuela a la que logré conocer. Mi hermana dice que cuando era pequeño lloraba como gallina, realmente no puedo imaginarme cómo podría ser eso posible. Me atormentó eso que me dijo mi hermana durante un tiempo, ahora creo que dijo eso porque tenía celos de su hermano más pequeño.
Realmente tengo pocos recuerdos de mi infancia, al parecer mi cerebro decidió olvidar las cosas que me causaban dolor. No recuerdo bien a mi madre, las únicas imágenes que tengo de ella son las fotos colgadas en la sala de la antigua casa. Cuando veo su cara redonda, ojos tristes y boca pequeña me recuerda a mi. No tuve conciencia de que me faltaba una madre hasta tercer grado de primaria, después en la secundaria la tristeza se acrecentó, como si hubiera muerto apenas unas semanas atrás y no varios años antes, actualmente creo que lo he superado aunque a veces me pregunto si en realidad existió una madre para mi. Todas las personas que la conocieron dicen que ella fue bella y buena gente, eso me llena de satisfacción.
Recuerdo que un día, así de la nada a mi padre se le ocurrió mudarnos de ciudad pues las cosas no andaban para nada bien. Viajamos en un VW. Ese día el cielo se obscureció a causa de un gran eclipse de sol. Y así mis hermanos, mi padre, mi abuela y la mujer que tomaría la figura de mi madre, amontonados en el VW rojo, sin más cosas que unas cuantas mudas de ropa, viajábamos hacia un futuro incierto en un día que por unos momentos se volvió noche.

sábado, 17 de abril de 2010

Te diré



Caminemos juntos.
Toma mi mano,
te diré
no tengas miedo,
camina bajo la lluvia
cuando tengas oportunidad,
llora cuando sea necesario,
ríe.

Disfruta de la
libélula posada en el aire.
Que miles de cocuyos
Iluminen tu camino.


Vayamos al mar de noche,
que las olas acaricien
nuestros cuerpos
y las estrellas
miren lejanas nuestro brillo.

domingo, 11 de abril de 2010

Regalo


Cuando te conocí

me propuse ahorrar tres horas de canicas para regalarte

pero las perdí con un niño muy hábil.

Quería regalarte mi corazón

pero lo olvidé en la camisa de ayer.

Quería regalarte una libélula amaestrada tornasol

pero mi rinoceronte de origami la aplastó,

por último pensé en este poema

Asistí a un curso intensivo de poesía para tontos

pero lo reprobé.

Ahora no encuentro qué regalarte.