El rinoceronte de origami
lunes, 13 de febrero de 2017
Tordos
Preocupada porque los tordos
ensuciaban sobre la ropa recién lavada
y cansada de esperar mi trabajo de podado,
Tania trozó una rama del árbol que se erguía exactamente sobre
el tendedero.
La habitación más húmeda se iluminó inmediatamente
y a lo lejos y posándose sobre el calentador de agua del vecino
un tordo furioso nos observaba.
martes, 20 de septiembre de 2016
Departamento de interés social
Encontré la felicidad en un
departamento de interés social,
ahí donde abundan los vecinos
molestos.
La veo cada vez que alimentas
a nuestra hija,
la degusto cuando como spaguetti al aceite de olivo
que me cocinas y la sorbo de tus labios
entre las sábanas.
La felicidad tiene formas caprichosas de
manifestarse, y aveces uno la encuentra en
un espacio de 42 m2.
viernes, 24 de octubre de 2014
Vehículo rojo
Tengo un vehículo rojo año 1998
de la misma marca y modelo
que tenía mi padre cuando él, mis hermanos,
y la mujer que tomaría la imagen de mi madre,
amontonados nos mudamos
de ciudad un día de eclipse total
huyendo de no sé qué
en un trayecto
que por un instante se hizo de noche.
miércoles, 21 de agosto de 2013
Vamos al mar
Vamos al mar de noche
pero toma mi mano
cuando las olas golpeen
nuestros cuerpos,
caballos de mar
recorran
praderas acuáticas,
un calamar gigante
haga naufragar embarcaciones
exactamente del lado opuesto
del mundo
y las estrellas
contemplen lejanas nuestro brillo
que permanecerá aún cuando
ya no estemos.
martes, 2 de julio de 2013
Estado del tiempo
Hoy llegó el frente frío no. 43
Te fuiste junto con tu gato y sólo pienso en ti.
Debería haber una pista techada en la ciudad
para correr en días fríos y lluviosos.
La ventana de mi habitación se quedó abierta.
El clima no es el mejor para ir al mar,
el tiempo es
el indicado para que estés junto a mi.
sábado, 8 de junio de 2013
jueves, 7 de febrero de 2013
Box
El año pasado me propuse aprender
box, ahora sé que el jab se tira con la izquierda si uno es diestro, que se tira
constantemente, jab, jab, jab.
--¿Sabes
por qué se llama así? Me preguntó un compañero del gimnasio mientras yo
golpeaba el costal --porque
es la llave al triunfo, me contestó.
El recto se tira con la derecha y
es un golpe poderoso que puede noquear al rival si este es bien conectado, se
tira después de un jab para mejor efectividad: el viejo 1-2. Este golpe se realiza girando la cintura
manteniendo bien plantada la pierna izquierda, si uno es diestro, y el pie
derecho gira un poco con el movimiento natural de la cintura, jab, jab por si
no se conecta el de derecha, respira.
Repaso eso en mi mente mientras
miro al techo en la sala del hospital, esperando a que pase el tiempo, a que
llegue la hora de entrada del doctor en turno que posiblemente evaluará mi
situación.
A mi lado está un policía federal
que se fracturó un dedo del pie cuando pisó mal, lo acompaña uno de sus
compañeros, válgase la expresión. Más al fondo, en la tercera cama de la habitación está don
Porfirio quien sí se la estaba pasando mal por lo que pude escuchar. Un hombre con los cabellos
alborotados velaba su sueño. Y en la 37 yo, con el quinto dedo de la mano
derecha fracturado. Jab, jab, cerrar bien los puños para evitar lesiones.
Uno piensa muchas cosas cuando
está ahí dentro tirado sin nada qué hacer, hablar consigo mismo, repasar el
momento en el que uno no acertó el golpe, pensar en la mujer que no está
ocupando esa silla vacía junto a la cama número 37, que no soy la clase de
hombre que se necesita para practicar un deporte tan bravo como el box.
Me entristece la situación pero
recuerdo cómo Bane le partió la columna vertebral a Batman y este se recuperó
para salvar el día (una vez más) en ciudad Gótica o el propio Bruce Lee cuando
se lesionó la espalda entrenando, no veo la razón como para no recuperarme
pronto de una simple fractura, pero, en el hospital nadie me dice nada, han
extraviado mis radiografías por segunda ocasión y me viene a la mente el
terrible cuento de Dino Buzzati “7 pisos”.
Prefiero dormir para evitar escuchar
la conversación del policía por teléfono con “la otra”, después de hablarle a
su mujer para amenazarla de que no anduviera de loca y darle las buenas noches
a su hija.
Me duermo con la idea de que mi
operación se postergará 4 días pues el material se tenía que encargar.
Finalmente todo sale mejor de lo
que esperaba, me operan a primeras horas del día siguiente y me dan de alta un
par de horas después, con una mano vendada, con la idea de debilidad que el
hospital le crea hasta al más fuerte y pensando qué actividad puede ser la
indicada para alguien, al parecer, frágil como yo.
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