Encontré la felicidad en un
departamento de interés social,
ahí donde abundan los vecinos
molestos.
La veo cada vez que alimentas
a nuestra hija,
la degusto cuando como spaguetti al aceite de olivo
que me cocinas y la sorbo de tus labios
entre las sábanas.
La felicidad tiene formas caprichosas de
manifestarse, y aveces uno la encuentra en
un espacio de 42 m2.